Medio ambiente


El objetivo de la Asociación Felicidad Sin Fronteras en el ámbito ambiental es proteger el medio ambiente, la biodiversidad, promover la paz y la justicia social. Se basa en un movimiento de ciudadanos comprometidos para construir un mundo sostenible y equitativo.

Todas nuestras campañas contribuyen a responder a la emergencia climática y a la erosión de la biodiversidad actuando sobre las causas profundas de estas perturbaciones:

Desarrollar una agricultura ecológica y responsable

Pérdida de biodiversidad, destrucción del suelo, contaminación del agua, disminución de los polinizadores, cambio climático, inseguridad alimentaria, desaparición de los agricultores: el modelo dominante de agricultura industrial nos lleva al desastre.

El modelo agrícola dominante se estableció en los años 50. Se basa en la agricultura mecanizada, que utiliza muchos insumos químicos y se centra en el monocultivo y las grandes superficies. Sus palabras clave son productivismo y rentabilidad. ¿Pero a qué precio?

El uso excesivo de insumos químicos, como los fertilizantes, es responsable del 12% de las emisiones de gases de efecto invernadero del sector agrícola en todo el mundo, y este porcentaje no ha dejado de aumentar desde los años 60 (+3,9% anual). La fermentación entérica (flatulencia del ganado) representa entre el 32% y el 40% de las emisiones totales de este sector. La agricultura es, pues, una de las principales causas del cambio climático: es responsable de entre el 10 y el 12% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.

Las acciones necesarias son:

Los principios de la agroecología

La agricultura ecológica, la única forma de garantizar unas prácticas agrícolas saludables y unos alimentos de calidad para hoy y para las generaciones futuras, se basa en los principios de la agroecología, una ciencia que estudia los procesos ecológicos en el sistema agrícola. Se trata de prácticas sostenibles que respetan y utilizan el medio ambiente, al tiempo que abordan el cambio climático.

Eliminar los insumos químicos, utilizar menos combustibles fósiles

La agricultura ecológica se basa en la biodiversidad, la protección del suelo, el agua y el clima, y no contamina el medio ambiente con productos químicos (pesticidas, fertilizantes) ni OMG. Con la agricultura ecológica, los agricultores tienen el control de su producción, fuera del control de las multinacionales.

También se reduce el uso de aceite. Como la producción se distribuye localmente, las distancias de transporte se acortan. El consumo de productos de temporada evita los invernaderos con calefacción y las importaciones, que consumen combustibles fósiles. En cuanto a los insumos químicos producidos con petróleo, deben estar prohibidos.

Primer paso esencial: salvar a las abejas

Dado que las abejas y otros insectos polinizadores, responsables del 35% de nuestros alimentos, están amenazados por esta agricultura industrial, necesitamos, especialmente a nivel nacional, una prohibición vinculante y global de los pesticidas químicos más peligrosos para las abejas. También es necesario promover la biodiversidad y el mantenimiento de los ecosistemas naturales, que los insectos polinizadores necesitan para vivir.

Reducir nuestro consumo de carne y productos lácteos

Emisiones de gases de efecto invernadero, contaminación del agua, acaparamiento de tierras para alimentación animal… La ganadería intensiva tiene consecuencias perjudiciales para el medio ambiente. Por lo tanto, es esencial reducir considerablemente nuestro consumo de carne y productos lácteos. Recomendamos un máximo de unos 12 kg de carne de cría ecológica por persona y año (o unos 230 g por semana).

Relevancia ecológica, económica y social

Estudios realizados en Europa, África, Asia y América demuestran que la agricultura ecológica es más rentable para los agricultores. Los modernos métodos agroecológicos en los que se basa aumentan el rendimiento.

La eficiencia económica también se debe al uso de fertilizantes naturales disponibles en la zona y al control biológico de plagas. Esto reduce el gasto en insumos químicos sintéticos, que no sólo son caros sino también contaminantes.

Alimentar sanamente al mundo es una tarea prioritaria.

La mayoría de los alimentos del mundo son producidos por 2.600 millones de pequeños agricultores. En los países en desarrollo, la agricultura ecológica puede producir hasta un 80% más por hectárea. Es la única forma de agricultura que podrá alimentar a toda la población mundial en 2050 con el establecimiento de pequeñas explotaciones locales altamente productivas allí donde se necesiten.

Además, los productos de la agricultura ecológica tienen mejor sabor y son mejores para la salud. Por ejemplo, un estudio californiano de 2010 demuestra que las fresas cultivadas de forma ecológica tienen un sabor más dulce que sus homólogas cultivadas químicamente. La variedad ecológica también contiene un 10% más de antioxidantes, que se sabe que protegen contra las enfermedades.

Cambio verde

Cambio Verde es un proyecto estratégico con enfoque de economía circular, que promueve el desarrollo la conciencia ambiental para contribuir al bienestar de los habitantes de los pueblos del Atlas Medio.

Cambio Verde es un proyecto que estamos implementando en diferentes pueblos del Atlas Medio para beneficiar a 5000 mil personas, con la recuperación de toneladas de material recuperable y toneladas de alimentos intercambiados.

Con esta iniciativa consiste en la recolección de residuos reciclados y separados en zonas donde el camión de la basura no consigue entrar. En general, son las personas con bajos recursos que realizan el reciclaje, en cambio de la basura reciclada les ofrecemos alimentos o material escolar. El objetivo es contribuir en la reactivación de las dinámicas sociales, ambientales y productivas locales en los pueblos de la región del Atlas Medio.

Educación para el desarrollo sostenible

La clave del cambio es la educación. El desarrollo sostenible, más allá de la filosofía que lo trasciende y sustenta, es un derecho humano que debe alcanzarse (ONU). Se traduce en un modo de vida que respeta la capacidad de carga de nuestro planeta Tierra y los límites de regeneración de la biosfera. Al preservar los recursos naturales y el funcionamiento de los ecosistemas, las generaciones actuales satisfarán sus necesidades y las futuras podrán satisfacer las suyas. Este es el objetivo que guía y consolida las acciones educativas y de desarrollo de la Asociación Felicidad Sin Fronteras.

Este proyecto pretende formar y sensibilizar a individuos, grupos y organizaciones para que tomen conciencia de la complejidad y fragilidad de los entornos naturales. Nuestro trabajo consiste en desarrollar su capacidad de actuar y participar en un contexto local o global para popularizar valores de respeto y comportamiento responsable que garanticen la sostenibilidad de la vida. Además, contribuye al desarrollo de competencias específicas que ayuden al alumno a enfrentarse a los retos actuales de la globalización y a superarlos. La escuela y su entorno no sólo se consideran espacios de aprendizaje, sino también «espacios de aprender a cuidar el entorno».

Una región sin residuos: Reducción, reutilización y reciclaje

Los residuos que se degradan en la naturaleza producen gases de efecto invernadero que aceleran las catástrofes naturales como el deshielo, las sequías, las olas de frío y las inundaciones. Las consecuencias son terribles, especialmente para las poblaciones que ya padecen hambre: pérdida de cosechas, falta de agua potable y limitación de las fuentes de ingresos.

En este proyecto, los voluntarios de la Asociación Felicidad Sin Fronteras y la población local nos movilizamos en la región del Atlas Medio para recoger y llevar los residuos a las llamadas empresas del reciclaje.