Conocer para entender, como ley suprema de esta vida


Cuando comienzas a preparar un viaje nunca sabes que es lo que vas a encontrar a tu llegada. Yo encontré ilusión, fuerza, cariño y muchas, muchas ganas. En la mayoría de ocasiones la gente que conocía que había realizado voluntariado nunca sabía como explicarme lo que había supuesto para ellos en sus vidas.

Recuerdo que íbamos a volver a casa, una vez terminado el voluntariado, hablaba con mis compañeros del miedo que suponía en mí, no saber transmitir lo que había sentido durante esas dos semanas a mi familia y amigos.

Ahora que han pasado esos meses os puedo decir que entonces no comprendía que lo bonito de aquello no era que te lo contaran, sino vivirlo. Os podría hablar de todas las sonrisas que guardo en el fondo de mi alma o de la ilusión contagiosa que se respirada en esa casa o incluso o podría decir que no he vuelto a probar un batido de plátano más bueno, que el que probé en Azrou. Sin embargo, hay otras muchas cosas que no se pueden explicar con palabras, inexplicables como el abrazo de un niño el primer día, donde aún no conociéndote te regala todo su cariño por compartir tu tiempo. Eso no hay palabras para describirlo.

Me limitaré a decir que lo viváis y al regreso entenderéis porque es tan difícil de explicar.

Alicia Tortosa García
Actividades Lúdico Recreativas con Niños (2015)